Nuestra Gastronomía
El palmero ha encontrado en dos monocultivos históricos, la caña de azúcar y los vinos, sus dos mejores bazas en la gastronomía tradicional. El primer cultivo de exportación, llegado de la mano de los colonos flamencos, portugueses y andaluces a principios del siglo XVI, fue la caña de azúcar. Al mismo tiempo, se plantaron las primeras vides, cuyos frutos, al caer el monocultivo azucarero, irrumpieron con fuerza en las más nobles mesas europeas. Los afamados vinos palmeros pasaron a la inmortalidad en la literatura universal de la mano de William Shakespeare, Walter Scott, Lord Byron y Robert Stevenson, entre otros.
La máxima de la cocina española, "El sur fríe, el centro asa y el norte guisa" se confirma también en esta isla propiciada por su diversidad climática. La Palma, abierta a la emigración y a la inmigración, ha sido y sigue siendo, receptiva con los usos y costumbres que trajeron los colonos y emigrantes que a lo largo de los siglos se establecieron o regresaron para quedarse en ella. Postres, licores, frutas, frutos secos, carnes y pescados encontraron un buen hacer para el paladar de campesinos y nobles. Aún hoy, a una mesa familiar no le puede faltar en los días grandes (bodas, bautizos, comuniones, santos y fiestas de guardar) el arrope de una magnífica presentación sobre un mantel bordado artesanalmente.